La
democratización cultural consiste en entender a los ciudadanos como simples
consumidores de una cultura mientras la democracia cultural los considera
creadores-productores de una cultura específica que se centra más en el proceso
que en el producto. Esta última es la que apuesta la animación sociocultural.
Esta se centra en que socializar o concienciar a las personas a que tengan un
desarrollo integral y quiere que desaparezca la imposición de unas manifestaciones
culturales donde no participa la comunidad.
La
animación sociocultural debe ser la mediadora entre la tradición y el cambio,
es decir, que la comunidad cree actitudes y comportamientos que incentiven la
comunicación y la participación ciudadana para que exista un desarrollo
individual y colectivo y además una transformación social. Esta no se centra en
los contenidos culturales sino en la manera de manifestarlos.
La
animación sociocultural se argumenta en:
- Fomentar en los individuos y en la comunidad una actitud abierta y decidida para involucrarse en las dinámicas y los procesos sociales y culturales que les afectan.
- Realizar una serie de intervenciones de manera estructurada para alcanzar unas metas.
- Tiene un componente ideológico, ético, político ya que propone una serie de manifestaciones que valora como buenas para la comunidad (Gómez, 2005, pp. 76-78).
Bibliografía
Gómez, J. A. (2005). La animación sociocultural y el
desarrollo comunitario como educación social. Revista de educación,
73-88.
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